Agujas que no giran


Agotamiento mental deambule eternamente cada fracción de tiempo transcurrido, todo fue normal, nada cambio, nada fue olvido, al compás de la misma monotonía cotidiana que consumía un día mas de mi existencia. Veinticuatro horas, siete días a la semana, sin el mínimo de ánimo y con el mismo temor que desconozco, arrastrando una condena que aborrezco, perdí la armonía y el mejor valor que en mí había encontrado. En una orilla de la cama busque una reflexión que paralizara imágenes y penas, lagrimas y sangre de mis venas, frustrado, no encontré la solución, resistí el peso de mis párpados, un mundo de terror por encima pisoteando mi espalda, mire el suelo de rodillas, un pasado que te condena, una galaxia que te ahoga una ciudad frenética que desespera y no brilla, si no fuera por mis costillas mi corazón estaría en mis manos, para que no latiera y mis sentimientos estarían controlados.
Un futuro incierto que te trastorna, en un momento dado todo estaba destruido, no había posibilidad alguna de reparar la vida. Olvidar todo y sumirse en el sueño, para deleitarse con irrealidades, aunque siempre las verdades vuelven sonó un sistema, un aparato ajeno a la naturaleza que nos controla como robots, se hacia llamar tecnología. Mire el alrededor y no corrían las agujas del reloj, era lo mismo de antes menos un cuadro en la pared q se torcía, misma realidad que me llevo a la desesperación, y hoy busco la cura a mis malestares que de apoco a todos nos envenenan si no hay reacción.